22 abril 2009

Carta a un soldado yanqui.



Soldado yanqui:

Soy un niño iraquí, y desde hace mucho tiempo te veo andar por mi ciudad, con tu tanque, tus bombas, tu uniforme de guerra y tu cara pintada como los indios de tus películas. Al principio me dabas miedo, pero ahora se que eres bueno, que viniste a mi tierra a quitar a un hombre malo. Esta carta te la escribo con la imaginación, porque no tengo papel ni lápiz, pero tú seguro que la leerás. Quiero darte las gracias por derrumbar mi escuela con tus bombas, así no tengo que ir a clase y puedo pasarme el día entero jugando al escondite en las casas de los vecinos. Antes solo entraba en ellas cuando ellos me dejaban, pero ahora puedo entrar cuando quiero, porque no tienen puertas, ni ventanas... además, por las noches se ven las estrellas porque tampoco tienen ya techo. Si mi madre estuviera aquí y me viera me daría una paliza, pero ella se quedó debajo de los escombros un día que buscábais terroristas en el mercado. También se quedó allí uno de mis hermanos pequeños que estaba con ella, el otro no hace más que llorar porque tiene pupa y no hay nada en el hospital para curarlo, pero así se hace más fuerte. Mi hermano el mayor, que tenía 16 años se lo llevaron unos compañeros tuyos que querían hacerle preguntas para ver cuanto había aprendido en el cole, pero deben ser muchas preguntas porque ya hace muchos días y no regresa.Mi abuela se pasa el día llorando porque no te entiende. Yo le explico que nos estás ayudando a ser más felices y más libres, y que si estáis rompiendo cosas es para después dar trabajo a los hombres que tendrán que hacer otra vez carreteras, hospitales, colegios, casas, mercados... todo nuevo y mejor que lo que teníamos antes, además, vendrán vuestras empresas a dirigirlos, así seremos más amigos. Seguro que vienen en barcos grandes y para eso es el petróleo que os estáis llevando a vuestro país.Ahora en mi nación hay un gobierno bueno puesto por vosotros que sabéis quienes son los buenos y quienes los malos, y ese gobierno será amigo vuestro, bueno... yo espero que lo sea durante muchos años, porque si no tu jefe se enfadará, y entonces vendrá tu hijo vestido de soldado a quitar a los malos, y mi hijo le escribirá una carta como esta dándole las gracias por ser tan buenos con nosotros. Yo, para entonces, ya seré mayor, y seré como los viejos de ahora, que no te entienden a ti, y seguramente esté donde mi padre está ahora, en las montañas diciendo tonterías de que queremos un país libre y disparando con mi escopeta a tus aviones.Yo ya me he acostumbrado a casi no comer, a no tener agua ni luz... pero eso es bueno, así cuando la tengamos otra vez como la teníamos antes nos pondremos más contentos. Y la de cosas que podré contar a mis amigos cuando volvamos al cole... bueno, a los pocos listos que habían, porque la mayoría eran tontos y se ponen justo donde vais a tirar las bombas contra los terroristas.
Bueno soldado yanqui, un beso de este niño iraquí que gracias a ti sabe lo que es vivir sin miedo a un hombre malo que mata.

El viejo farero.

P.D. Hay un millón de fotos más duras, pero creo que esta refleja lo peor que puede tener un niño: miedo.

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