Dicen que una imagen vale más que 1.000 palabras y, muchas veces, es cierto. Imaginar una cosa pequeña 20 veces mayor es más complicado de lo que parece, en realidad imaginarlo no es difícil, lo difícil es hacerse una idea que se aproxime a la realidad. Para que os la hagáis lo más certera posible os pondré unos ejemplos.
Un niño que mida 1 metro tendría prácticamente la altura de un edificio de 7 plantas.
Un teléfono móvil de medida estándar sería como una puerta de las que tenemos en casa. Ponedlo de pié junto a una de ellas y veréis lo que es algo 20 veces mayor.
Una mosca vendría a ser como una paloma. Sin comentarios.
El teclado del ordenador tendría unos 10 metros de largo.
Un bolígrafo Bic puesto de pié no cabría en la mayoría de los pisos, mediría 2,80 de alto.
Un pañuelo de papel, esos a lo que solemos llamar clínex, sería una sábana más o menos cuadrada de 4 metros de lado (16 metros cuadrados de pañuelo en una sola pieza).
Una tarjeta de crédito mediría 1,70 por 1,10. Si pensáis en pagar en efectivo un dato: la moneda de 2 euros tendría un diámetro de medio metro.
Y para hacer lo de la imagen que vale más que tantas palabras arriba tenéis una. Eso que veis es el filamento de una bombilla incandescente de las de toda la vida, en el centro de la fotografía, borroso en su parte superior pero nítido abajo, el fino alambre que lo sostiene para mantenerlo alejado del cristal.
Si el tema os interesa podemos ir viendo diferentes cosas aumentadas esas 20 veces, cosas pequeñas, muy pequeñas… Hasta que las aumentamos.